En El hombre nada, la protagonista habla en primera persona sobre un asesino que mató a su familia siendo ella pequeña. En las primeras paginas se sumerge en los detalles de su infancia y en los primeros crímenes que comete un individuo al que etiquetan como El hombre nada porque las autoridades policiales no disponen de información que lo identifique.
La protagonista va relatando de manera muy descriptiva los hechos de diversos crímenes cometidos por el hombre nada incluyendo datos precisos y nombres, tanto de las familias como de los agentes de policía que intervinieron.
La segunda mitad nos relata el encuentro entre la autora de la historia que es a su vez la narradora ya como autora de un libro que ha escrito dentro de la propia novela y el asesino que acude, por curiosidad, a conocer a la niña que dejó escapar en una de sus fechorías. Ambos se reconocen y es el punto de inflexión para determinar las ultimas páginas que serán claves para saber si finalmente el hombre nada es detenido. Comete el mayor error de todos, ir hasta ella. Le ha preparado una trampa.
Y como toda historia policiaca, hay un final feliz para uno de los dos.
Me hice con este libro llevada por la curiosidad de su titulo y su portada así como por la frase gancho “Ella no puede parar de escribir sobre su asesino, él no puede parar de leerlo, él es el asesino”, en el marco de una intrigante portada con una máquina de escribir y sangre.
Tenía la sensación de que me iba a encontrar con una historia original en la que estaría escrita de una manera que prácticamente el asesino y la protagonista confluirían a la vez. Que, de alguna manera, uno condicionaría al otro y habría alguna sorpresa o giro inesperado como en La Paciente Silenciosa. Que de alguna manera, me imaginaba a Eve o la autora escribiendo la historia al tiempo que yo la leía.
La autora en cuestión es Catherine Ryan howard, calificada por muchos críticos como la nueva reina del Crimen narrado en un nivel superior aunque siempre sale la “nueva reina de ” o “el nuevo maestro del suspense” pero sí creo que bajo esta premisa de narrativa diferente, esta autora puede destacar.
Eso existe.
Sin embargo, no es del todo así. Es más una cuestión de marketing o quizá mis expectativas eran demasiado altas.
Aún así, su lectura es amena y fácil y sin duda, sale del patrón habitual de novela negra y thriller psicológico.
Sé que la autora ha escrito otra novela y me resulta intrigante, ahora que ya conozco su estilo quizás esta vez sea yo quien escriba a la vez que ella…
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